domingo, 11 de septiembre de 2011

Un poco de historia...

¿Sabían que en las primeras civilizaciones existen testimonios acerca de la inflamación y su curación?
¿Tan antiguos que aparecieron en papiros egipcios y datan del 3000 a.C?


En Grecia y Roma existieron escritos los cuales describieron 3 o 4 signos cardinales, es decir síntomas fijos, y al paso del tiempo Virchow, describió el quinto, es decir, son 5 signos fijos en la inflamación.
Se identifican como:


  • Tumefacción: Aumento del líquido intersticial (el cual provee nutrientes a las células y elimina sus desechos) y edemas (acumulación de líquido).
Imagen referencia:
                                                       (Edema producido por inflamación)
  • Rubor: Enrojecimiento, debido principalmente a los fenómenos de aumento de presión por vasodilatación (capacidad de vasos o venas de dilatarse)
  • Calor: Aumento de la temperatura de la zona inflamada. Se debe a la vasodilatación y al aumento del consumo local de oxígeno. 
  • Dolor: Este aparece como consecuencia de la liberación de sustancias capaces de provocar la activación de los nociceptores (terminaciones nerviosas libres de neuronas sensitivas primarias), ej: la prostaglandina (conjunto de sustancias de carácter lipídico derivadas de los ácidos grasos).
  • Pérdida o disminución de la función (como su nombre describe)
Después de descubrir los 5 signos cardinales, en el año 1973 el cirujano Hunter destacó que ''La inflamación no es una enfermedad, sino una respuesta inespecífica  que produce un efecto saludable en el organismo en que tiene lugar'', para nosotros hoy en día esta definición es obvia, pero en esos tiempos no se pensaba así. 

Jhon Hunter

1 comentario:

  1. Es increíble cómo se comporta el cuerpo del ser humano, tantas reacciones que tiene cotidianamente nuestro sistema inmune y nosotros ni siquiera nos percatamos de eso.

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